3.12.06

Esplendor / Splendour

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creacion mia, por lo tanto si alguien quiere usarlos debera por lo menos darme credito a mi.

Fanfic Rating: T

" " Lo que se dice
' ' Lo que se piensa
[ ] Links a canciones que se escuchan bien en la escena siguiente


Last Wish
Chapter 6 - Splendour
by Millia Vargas






Era la primera vez que John había entrado a esa casa en mucho tiempo, estaba oscuro y olía a podredumbre, y lo peor de todo es que tenía este extraño sentimiento en las entrañas, esa sensación instintiva que te dice que algo saldrá mal, muy mal. Las escaleras parecían no tener fin y el precipicio a su izquierda le daba mala espina

Un escalofrío trepó por su espalda.

"Está muy oscuro aquí abajo, John" La luz que encendió Allison un momento después le dio seguridad. Tenía que ser fuerte si quería encontrar a Fara.

"Puedo escuchar ruido proveniente de abajo"

"Yo también, Allison"

"No te preocupes. Te protegeré" Dijo Allison volteando su cabeza y sonriendo de oreja a oreja, mostrando sus blancos colmillos.

"D-DE QUÉ ESTÁS HABLANDO?" Responde John sonrojándose. Últimamente estaba haciendo mucho eso cuando de Allison se trataba.

Allison sólo se reía, continuando el descenso. Por suerte, John ya no estaba tiritando.




Había una luz cerca, no la recordaba en el trayecto hacia abajo, pero quizás esa luz siempre estuvo y no la percibió, puesto que sus ojos estaban demasiado ocupados tratando de ajustarse a la oscuridad.

Las piernas de Fox estaban agotadas, nunca antes había corrido tanto en toda su vida... Excepto, quizás, cuando Falco creyó que él había puesto ese cartel de 'Patéame' en la espalda. Bueno, fue él después de todo, pero no era del tipo suicida como para admitirlo. No fue capaz de reír con ese recuerdo, ya lo estaban alcanzando y no podía correr más. Tan simple como eso. Decidió redimirse y encarar a quien quiera que lo estuviera siguiendo, sólo quería salir con vida. Se detuvo bajando a Fara de sus brazos y sentándola en un rincón de la escalera, apoyándola contra el muro.

La tierra tembló.

"Huh? Eso es nuevo" Pensó Fox en voz alta.

"Esc... esc..." Unos casi inaudibles sonidos provenían de la boca de Fara. En su mente Fara quería gritar, pero le costó mucho que salieran esos sonidos más allá de su garganta.

"Lara, tranquila"

'¡No! ¡¿Cómo podría estar tranquila?!'

"Scondte" Su voz sonaba tan dormida, sin embargo por dentro, todas las alarmas sonaban en alerta.

"¿Lara?" Fox podía oler la desesperación que emanaba desde lo más profundo de su ser.

"Ljate d la luz" ¡Bien! Sólo tenía que esforzarse un poco más.

"¿La luz?" '¿De qué está hablando?'

"¡ALÉJATE DE LA LUZ!" La tierra tembló aún más fuerte y esta vez no se detuvo.

Sin pensarlo dos veces, Fox tomó a Fara en sus brazos y se alejaron de la ténue luz que emanaba de la superficie, apretados lo máximo posible al muro, conteniendo la respiración y rogando no ser vistos.

La tierra se sacudió cada vez más. Del precipicio saltó una criatura enorme cuya sombra negra pasó sobre ellos. No era una de las criaturas de abajo.

Fox sintió una pequeña presión en su mano, Lara la estaba sosteniendo. Su rostro estaba sudado y su respiración irregular y lenta, sus ojos cansados como si hubiera gastado todas las energías que le quedaban en esa advertencia.

"¿Sabes que fue eso?". Lentamente, Fara sacudió la cabeza. Tendría que preguntarle luego. Hallar la forma para salir de este lugar era lo primero.




"¡Slippy!" Exclamó Falco, casi exasperado.

"Espera Falco, según mis cálculos Fox saldría por esta puerta..." Echándole un vistazo a la computadora.

Falco suspiró, el suelo estaba comenzando a temblar. Slippy cerró su computadora bruscamente. Curioso, cómo las cosas irán a terminar.

"El detector de calor encontró a 5 personas más de lo esperado..."

"Bien"

"Y a una criatura de 10 metros de largo, aproximándose a toda velocidad a un par de ellos" Continuó Slippy mientras sacaba de su bolso una soga de metal y su blaster. "Tenemos menos de un minuto para ayudarlos".

"Lo que nos faltaba" Dijo Falco, lleno de sarcasmo. Hubiera sido su día libre hoy como lo eran todos los días en Papetoon, no debería estar aquí, sino tratando de reconquistar a Katt, ayudándola a recuperar su Catspaw, comiéndose un helado mientras veía televisión o durmiendo.

Pero no, tenía que salvarle el pellejo a Fox nuevamente, como casi todas las veces que se metía en problemas... ¡Y aún no olvidaba la broma del cartel de "Patéame" en la espalda!. Falco suspiró de nuevo, últimamente estaba haciendo mucho eso.




La tierra había comenzado a moverse de nuevo, y esta vez no paraba. John comenzó a preocuparse, por primera vez no sabía lo que iba a pasar y estaba asustado. Pasó una brisa gélida que hizo que los pelos de su nuca se pararan en punta.

De la nada, una gran explosión surgió del suelo.

Pedazos de roca, tierra y madera obligaron a John a cubrirse el rostro con ambos brazos para protegerse, aún así escombros rasgaron su piel. Fue todo tan rápido que no logró sujetar a Allison de la mano, pero sintió como una ligera lluvia caía sobre su cabeza. Había dejado de temblar y la cueva yacía en silencio nuevamente. Todo estaba oscuro. John golpeó un par de veces la linterna que llevaba, la cual se encendió nuevamente.

"¿Allison...?" Ptrguntó John iluminando alrededor, no se observaba nadie. Nuevamente líquido comenzó a caer sobre su cabeza. Con temor, John palpó la sustancia con su mano, su palma se había teñido de rojo.

"¿Sangre?" Murmuró mirando hacia el techo que ascendía a unos 10 metros. Algo estaba cayendo. A su lado cayó con un fuerte sonido la linterna que Allison llevaba consigo, aún estaba encendida.

"Ayuda..."

La voz venía del agujero que dejó la explosión en las escaleras. Allison estaba sujetándose con ambas manos de un puñado de roca que sobresalía del muro, a punto de caer a la eterna oscuridad que se extendía hacia abajo.

"¡ALLY!" A toda velocidad, John corrió hacia el precipicio y sostuvo su mano con todas sus fuerzas para evitar que cayera. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Allison, sin importar la situación ni el momento.

"Al fin me has llamado Ally...", dijo.

"¡Sostente!" Desesperado. El olor a sangre lo estaba mareando, en cualquier momento se desmayaría.

"John... no, no puedo sentir mi pierna"

John no quería saber de dónde provenía la sangre que le cayó encima, ni que cosa se encontraba colgando del techo, probablemente con la pierna perdida de Allison, y estaba acechándolos.

Allison comenzó a marearse. Poco a poco sus manos comienzaron a ceder, en parte por el cansancio de la pérdida de sangre, en parte porque poco a poco el suelo donde estaba afirmada se volvía más y más resbaladizo. Sus ojos se cerraron lentamente y sus dedos se volvieron de lana, entumecidos. Pudo sentir como la gravedad la atraía hacia lo más oscuro y profundo de la caverna.

John gritó su nombre con todas sus fuerzas. Hasta que la perdió de vista por completo.

"... A-" En un intento por superar el miedo John comenzó a golpear el suelo ensangrentado con todas sus energías. Una, dos, tres veces. Parecía el niño que era. ¿Qué conseguía gritando su nombre? ¿Qué conseguía golpeando el piso? ¿Qué conseguía? ¿Qué conseguía llorando?.... No podía soportarlo, sus lágrimas caían a mares, como un monzón.

"Allison...". Cómo extrañaría su sonrisa...

'Tengo que salir de aquí' Esperando que Fara no hubiera tenido el mismo destino. Lentamente, intentó ponerse de pie. Sus pupilas dilatándose y su corazón palpitando tan fuerte que lo escuchaba en su cabeza. Había otra respiración detrás suyo.

Era demasiado tarde.



Fox intentó apresurarse mientras llevaba a Fara en sus espaldas, habían llegado refuerzos después de todo. A juzgar por el grito de terror que acababa de oír, ellos estaban en peor situación y si su lógica no fallaba, esa sombra que los pasó antes tenía algo que ver, al igual que esa linterna que cayó desde arriba.

"John..." Murmuró Fara. Se escuchaba cansada, pero Fox sabía ahora que por dentro estaba más despierta que nunca, su corazón palpitaba en su espalda. Correría de nuevo si esta nueva situación así lo estaba requiriendo, ya no faltaba mucho.




Nunca pensó que su vida terminaría así.

'Te volveré a ver, madre'. Llorando, John se resignó a su patético final, cubriéndose la cabeza con ambas manos, no estaba seguro si el dolor físico superaría el dolor que sentía en su pecho. Era un pésimo líder y uno de sus compañeros había muerto en una misión.

Siempre se había preguntado, qué hubiera pasado si nunca hubiera creado esta organización de Buscadores...

'Allison estaría viva' Era lo único que podía pensar.

La bestia estaba cada vez más y más cerca suyo, no tenía que mirar hacia atrás para saber que estaba abriendo su enorme boca, de múltiples dientes afilados, para devorarlo de una sola vez.

En medio de la oscura cueva, el esplendor de una luz se posó sobre él. Iluminaba toda la escalera, era blanca, tan blanca que podía enceguecer a cualquiera que osara mirarla de frente. Incandescente, semejante a la luz que emiten algunos peces en las profundidades más oscuras del mar, donde no llega ninguna otra luz.

¿Era eso lo que veían los que estaban a punto de morir? Una luz en medio de la oscuridad.
No estaba seguro, pero en su mente, un ángel guardián se estaba posando sobre él. No podía pensar en otra explicación. Un ángel de alas plateadas extendidas, de blanco y etéreo pelaje, en sus manos empuñaba un arco con flechas de oro ardiendo en llamas. Un ser fuera de este mundo, celestial.

Y estaba ahí para rescatarlo en el último minuto.

'Madre... ¿Viniste a salvarme?'

No hubo respuesta, sólo el esplendor de la luz que se hacía cada vez más y más intenso.

Tomando esto como una nueva señal de esperanza, John se secó las lágrimas con las manos, su pelaje quedando manchado de barro.

Aún en los lugares más lóbregos hay luz, aún en los lugares más desolados hay esperanzas.

Madre, tú siempre dijiste que podía lograrlo, siempre dijiste que podía cambiar las cosas para que giraran en mi beneficio. Siempre quisiste que ayudara a otros, que siguiera mis instintos, que nunca me diera por vencido ¡Esto aún no se acaba, madre, todavía puedo salvar a Fara!

"¡No me rendiré!" Gritó John.

Abruptamente, John se volteó para encarar al demonio que se paraba detrás de él, el cual aparentemente se sentía más atraído por la luz que venía desde arriba que por él. John aprovechó esta situación para ponerse de pie y alejarse rápidamente del lugar, descendiendo a toda velocidad. John se volteó para verificar que el monstruo no lo estaba siguiendo, aún estaba cautivado por ese extraño esplendor.

¿Qué era esa luz? Se hacía cada vez más y más grande, como si se estuviera acercando a una velocidad, que no era para nada despreciable.

Eso no es un ángel guardián.

Sorprendido, John no pudo hacer otra cosa más que seguir descendiendo y alejarse del lugar a toda velocidad.



Fox también pudo ver esa luz, no obstante, no tuvo que preguntarse qué era. Lo sabía muy bien.
Un gruñido escapó de su garganta.

¡Falco!

Refuerzos habían llegado. De una manera un poco más violenta que lo esperado.

Tan preocupado estaba por llegar rápidamente para rescatar a los demás, que no se dio cuenta del pequeño bulto que acababa de chocar y botar al suelo. De hecho, siguió de largo unos cuantos escalones hasta que escuchó un grito.

"¡FARA!"

Eso lo hizo detener.
"¿Huh?" Dijo Fox dando la vuelta. Era el gato blanco, John.

Rápidamente, John se levantó del suelo y se aproximó a Fox
"¿Qué le sucedió?"

"Fara fue mordida por un reptil. Debemos salir de aquí cuanto antes, unos cuantos van detrás nuestro"

"Arriba no es mucho mejor" John se dio cuenta demasiado tarde de su error. Le acababa de decir a Fox el nombre real de Fara a un desconocido, si esa información era divulgada, Fara no viviría mucho tiempo de todas formas.

La luz que venía de arriba se apagó, seguido por una explosión que sacudió el suelo y todas la cueva. Un montón de carne y vísceras se repartieron por todas partes.

"Eso fue un infierno de trabajo. Te toca limpiar a ti... Kei". Era Falco y su Homing Launcher.

"¡Falco, cerebro emplumado!" Exclamó Fox aproximándose a su equipo.

"¡¿Acaso no sabes el daño estructural que una explosión como esa puede causar en un lugar como este?!" Continuó Slippy, en ese preciso momento, la cueva comenzó a desplomarse.

"Debemos salir de aquí". Dijo John.

"Sí" dijo Fox afirmando con la cabeza. Fara se había quedado dormida en sus brazos.

"¡Y yo les recuerdo que le salvé la vida al chico!" Exclamó Falco indignado.

"Sí, y gracias". Replicó John, corriendo por las escaleras hacía el exterior, pasándolos a los tres en pocos segundos 'Están todos acá. No. Falta uno. ¿Qué debo hacer?'.

"Vaya que es rápido" Comentó Falco, mientras corría detrás del felino.

"Bueno, él es un gato" Replicó Slippy, a quien le costaba mantener el paso de los otros dos.

Por lo menos, los escombros habían dejado de caer. Ahora sólo perduraba el constante movimiento del suelo.

No obstante, a Fox todavía le quedaba una pregunta,

"John. ¿Qué haces aquí solo? ¿Dónde están los demás?"

"Es cierto, en el radar aparecían dos sujetos" Complementó Slippy.

"No vine solo". Respondió John. Su voz de niño, apagada y triste, tan oscura como la cueva donde se encontraban.

La cueva permaneció en silencio, los tres integrantes de Starfox temían su respuesta. Fue entonces cuando notaron la sangre sobre la cabeza de John, no sólo eso, sino que sus botas también estaban manchadas de la misma sustancia.

"Niño, ¿no llegué a tiempo?" Preguntó Falco, decepcionado, pues su primera intención era salvarlos a todos.

"Te equivocas. Llegaste muy a tiempo" Su voz quebrándose al final de la oración, tratando con mucho esfuerzo de no romper en lágrimas en ese mismo momento.

"Ally..." Murmuró Fara, lágrimas cayendo de sus ojos entreabiertos. Podía oler la sangre de Allison por todas partes. "No..."

John se detuvo, sus manos apretadas.
"Lo siento, Fara, te fallé"

'¿Me fallaste?... Mi nombre...'
Pero no tenía más fuerzas para hablar, ni de asegurarle a John que Fox no suponía ningún daño, al contrario.

Lentamente, John sacó su arma de su escondite, esperando no ser percibido por ninguno de los que iban detrás.

Su silenciosa arma comenzó a cargarse, esperando cual serpiente oculta bajo la sombra a ser disparada. John rogaba ser certero en sus tiros, rogaba no tener que dispararle a Fara accidentalmente, rogaba que no lo descubrieran. Una oración silenciosa que pasó siempre por su mente de niño.

Estaba completamente concentrado, para él, la tierra ya no se movía, los sonidos desaparecieron, sólo oía su propia respiración y los latidos de su corazón.

'El fin justifica los medios'

Ya les llevaba mucha ventaja, se detuvo. El arma sujeta con ambas manos sobre su corazón, que palpitaba salvajemente, como nunca antes. Era la primera vez que dispararía un arma en contra de un ser viviente. Estaba a punto de darse vuelta y ponerse a disparar, cuando escuchó un grito.

"¡ESPEREN!"

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