10.12.06

Zafiro / Sapphire

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creacion mia, por lo tanto si alguien quiere usarlos debera por lo menos darme credito a mi.

Fanfic Rating: T

" " Lo que se dice
' ' Lo que se piensa
[ ] Links a canciones que se escuchan bien en la escena siguiente

Comenzado el 10/12/06 a las 14:34
Retomado el 27/12/06
Retomado el 26/05/07
Retomado el 25/06/07
Retomado el 29/07/07 [que curioso, he retomado esto todos los fines de cada mes]
Retomado el 18/09/07


Last Wish
Chapter 8 - Sapphire
by Millia Vargas






Luego de ese extraño evento en el parque, una gran cantidad de personas aparecieron. Personas que no estaban en ese lugar antes. Personas que no eran reales.

'Hologramas'.

Al parecer Zoness ya estaba invadido por Andross. Pensó Fox con preocupación.

Era cosa suya poner hologramas para encubrir lo que sucedía por detrás. Hizo lo mismo el día que murió su madre dentro de ese coche-bomba. Qué tendría que ver John en todo esto, Fox no lo sabía. Quizás tenía relación con el hecho de que John supiera su nombre. Probablemente también sabía que era piloto de Starfox, razón por la que decidió ayudarlo...

Debía ver ese mensaje con mucha cautela.

Alejándose del parque, Fox pudo notar que los hologramas se hacían menos numerosos y una vez habiéndolos perdido a todos de vista, decidió encaminarse al lugar donde la reunión se llevaría a cabo, seguro de que había visto unos cuantos baños públicos en el camino.

No tuvo que caminar por mucho tiempo. Fox entró a los baños públicos y vio su rostro reflejado en los espejos. Andross no lo engañaba, sabía que tenía cámaras en esos también. Un régimen imperialista no debía perder de vista a absolutamente nadie. Un pequeño agujero en la represa podía significar una inminente rebelión. Razón por la cual, dentro de Zoness no había lugar completamente privado, ya no más.

Una vez dentro del cubículo, Fox bajó la tapa del inodoro y se sentó sobre ésta. Extendió su mano derecha, y con mucho cuidado, desprendió la cinta adhesiva de su mano. Había una pequeña nota adjunta.

'V.A.:1pm'

Fox sabía que V.A. iba por 'Ver A'. ¿Así que eso no era un transistor de imágenes, después de todo? John tenía que decir algo a las 1 de esta tarde... El transistor era alguna especie de mensajero holográfico. Tendría que preguntarle a Slippy. Definitivamente esto no era algo que podía ver en cualquier lugar de Zoness. John claramente no quería eso.

'Dos horas y media más'

Fox fue el primero en llegar al lugar donde habían acordado juntarse con el General. Era un pequeño departamento en el sector poniente de la capital. La sala estaba oscura, pero Fox necesitaba la oscuridad para pensar mejor, se aproximó a la mesa ubicada en el centro de la habitación, en su centro se hallaba el proyector holográfico, a su alrededor habían cuatro sillas, una para cada uno de ellos. Fox se sentó pesadamente en la primera silla que cruzó su camino y suspiró. Justo frente a él, había un antiguo reloj de cuerdas colgado en la pared, el segundero sonaba dentro de su cabeza, segundo a segundo. Sus palmas estaban comenzando a sudar y su mente comenzó a vagar en oscuros pensamientos, ¿tendría que dejar Zoness después de todo? Probablemente todos los Buscadores corrían el mismo riesgo, incluso Fara.

El sonido de una puerta que se cerró bruscamente lo sobresaltó.

"¿Fox?" Era Peppy, sólo era Peppy. Fox permitió que sus músculos se relajaran lo suficiente como para voltear con normalidad la cabeza y observar en dirección al recién llegado.

Peppy lo observó extrañado, "¿Te sucede algo?"

"No" Respondió. Podía ver como Peppy escudriñaba su rostro con escepticismo, sin embargo, no salió otra palabra más de su boca mientras se ubicaba en una de las sillas alrededor de la mesa, justo frente a él. El único sonido dentro de la habitación era el del roce de la chaqueta de cuero que Peppy llevaba puesta, mientras apoyaba ambos codos sobre la mesa, llevando sus manos al frente de su rostro y entrelazando sus gruesos dedos. Peppy cerró sus ojos y la habitación volvió a estar en silencio.

No pasó mucho tiempo más cuando entró Slippy, quien irrumpió en la sala y rápidamente se sentó alrededor de la mesa, se veía agitado y traía consigo dos computadores, los tres se habían vuelto inseparables desde que Pepper los usaba como conejillos de indias de esos nuevos y avanzados artefactos. Peppy lo había notado, no por nada se había arrancado todos esos sensores el día anterior. Esperaba que los demás lo notaran también, que Slippy no era el mismo desde que esa responsabilidad cayó sobre sus hombros.

Slippy había corrido todo el camino por las escaleras, esto debido a la política de seguridad que debían seguir con rigurosidad mientras estuvieran en Zoness. Todos los ascensores tenían cámaras. Las escaleras, en cambio, parecían haber sido olvidadas luego de la invención de los últimos.

"Falco está en camino", dijo Slippy entre jadeos. Los demás asintieron silenciosamente.

Eran las 10 de la mañana 40 minutos, y como era de suponerse, la reunión comenzó sin Falco.

Cuando el transistor ubicado en el centro de la mesa comenzó a vibrar, Peppy y Fox observaron a Slippy, aguantando la respiración.

Slippy revisó los monitores indicados en su computadora, sus dedos moviéndose a toda velocidad, re-escriptando códigos, bloqueando walls y denegando entradas. En dos minutos, Slippy sonrió ampliamente, dando el visto bueno.

"Nadie interceptará nuestra señal en, por lo menos, 3 horas". Lo dicho provocó el alivio general de los otros dos, que suspiraron al mismo tiempo. Peppy desplegó su brazo hasta alcanzar con sus manos el transistor y presionó con su pulgar el botón ubicado en la parte posterior.

La interferencia que emanaba del interior del aparato, fue la primera señal que tuvieron para saber que el General estaba del otro lado, poco a poco la imagen tridimensional de su rostro se hacía más nítida, el viejo can llevó su mano hacia su boca y tosió para despejar su garganta, sus mejillas inflándose debido a la corriente de aire que ello provocó. Volteó su cabeza de izquierda a derecha, inspeccionando a cada uno de los integrantes del equipo. Su rostro, aunque apenas perceptible, se veía consternado.

"Sólo veo a tres de ustedes... ¿Dónde está Lombardi?" Comenzó el General. Los demás sólo pudieron suspirar en respuesta.





Las calles del centro de la capital zoniana estaban repletas, se aproximaba la hora del receso para almorzar y muchos ciudadanos se dirigían a los lugares de recreación establecidos, algunos estudiantes rondaban las calles en búsqueda de la siguiente novedad local, otros miraban chucherías expuestas en las vitrinas de traslúcido cristal o desesperadamente algún restaurante de comida rápida, era un ambiente algo callado, pero bastante cotidiano. Había calor y el sol estaba radiante sobre sus cabezas, pero el aire olía a tormenta.

"¡Falco!" Se quejó la felina, mientras con ambos brazos trataba de sostener al ave en cuestión.

Tratando con todas sus fuerzas de zafarse de ese brazo de acero Falco refunfuñó, "debo irme... ¡Katt!". Sin embargo, todos sus esfuerzos eran en vano. De alguna u otra manera, Falco admiraba la fuerza de este felino en especial.

"¿En serio dices que no puedo ir con ustedes?" dijo Katt sonando cada vez más enfadada, quien de improviso, lo soltó.

Falco tambaleó y sintió como la fuerza que lo mantenía de pie se desequilibraba, pero afortunadamente, era lo suficientemente ágil como para evitar caerse al suelo. Con el poco de orgullo que le quedaba, Falco arregló su arrugada chaqueta, que probablemente había adquirido unos cuantos centímetros de más y se dirigió a Katt.

"Lo siento" dijo, pudo ver como Katt se encogía de hombros, su cabeza mirando al suelo y sus orejas echándose levemente hacia atrás. Algo dentro de sí le decía que se largara lo antes posible del lugar, y no pensaba ignorar esa vocecilla. Su pie izquierdo fue el primero en reaccionar...

"Pensé que podría haber algo más..." Murmuró Katt, alzando la vista lentamente del suelo para ver a Falco, o mas bien, el espacio donde estuvo Falco una fracción de segundo antes.

"¡Las aves son de lo peor!" Katt explotó, pero Falco no estuvo ahí para escucharla, sólo habían transeúntes que la miraban extrañados.

Falco continuaba corriendo, dejar a Katt sola de esa manera pudo haber sido la salida más rápida y fácil, pero tarde o temprano tendría que lidiar con ella de nuevo, y con sus propios sentimientos. Pero el trabajo iba primero, y ya estaba bastante atrasado. Afortunadamente, había estacionado su motocicleta no muy lejos de ahí, al paso que iba probablemente llegaría unos... quince minutos tarde a la reunión.

Fue solamente por un segundo, pero le pareció ver un rostro conocido de entre los muchos rostros que pasaban a gran velocidad, no tuvo demasiado tiempo para pensarlo mucho más, la verdad era que no le importaba.




El holograma del general estaba proyectándose y Slippy había comenzado su reporte hacía unos minutos. Había pasado en vela toda la noche, pero logró perfeccionar el landfree que le fue proveído por Matt el día anterior. Un landfree más ligero, por lo tanto más veloz y de mayor eficiencia, podía utilizarse con fines militares si se deseaba. Pero la parte más importante y la razón principal por la que estaban en Zoness, estaba liderada y dirigida por el mismísimo Fox McCloud.

Sólo pensar en eso, le daba dolor de cabeza. Fox tenía el sumario de la investigación, el cual de las dos aristas ya había resuelto una: Samantha Coll estaba muerta, Los Buscadores se habían deshecho de ella por temor a la información que pudiera manejar, pero él la había rematado en defensa de Fara. Probablemente esa criatura había dejado de ser Samantha Coll hacía mucho.

Por otro lado, sobre los asesinatos, no sabía prácticamente nada, mas que era más de un ejecutador. Pero eso era un trabajo que cualquier detective privado barato podía realizar, él aún no sabía quiénes eran. Probablemente, tenían un informante, algún partidario de Andross. No podía seguir pensando en eso, estaba más preocupado por el bienestar de John y por Fara. La investigación debía ser postergada.

Era su turno.

"General Pepper, tengo graves noticias", comenzó Fox, quizás era un buen momento para traer a los buscadores a la luz. "Creo que estamos siendo espiados, General Pepper, que Andross sabe que estamos aquí y lo que estamos haciendo ahora".

Los presentes quedaron pasmados. Slippy fue el primero en reaccionar y se dirigió a su computadora nuevamente para revisar su trabajo. Las cosas parecían normales. Estuvo a punto de alzar la voz, pero se limitó a mirar a Fox con escepticismo.

"Te escucho, muchacho" Respondió el holograma del General, su expresión intrigada

"¿Está consciente de que existe una asociación anti-imperialista llamada Los Buscadores?". Eran las 12 de la tarde, 59 minutos y 45 segundos, Fox sacó el transistor de su bolsillo lentamente y se lo presentó al General. "Un niño perteneciente a este grupo sabía mi nombre y me ha dado esto. A las una de esta tarde, tendremos transmisión directa con él", dijo Fox observando su reloj, "faltan 5 segundos".

Cuando el segundero del reloj señaló el fin del minuto, una pequeña luz roja a un costado del transistor comenzó a parpadear. Fox la presionó ligeramente. Desde el interior del transistor, fueron emitidos miles de haces de luz. Era una reacción típica de los transistores de hologramas que él conocía, lo que sí los sorprendió, tanto a él como al resto de los presentes era que este holograma era sólo en dos dimensiones. Hecho en casa.

John estaba sentado sobre una escalera en lo que parecía ser un callejón. Estaba oscuro, pero no tanto como para no notar que John se había cubierto la cabeza y prácticamente todo el rostro con la capucha de su chaqueta, lo único que podían ver era su felino hocico sobresaliendo de la abertura, no estaba mirando de frente a la cámara y sus pies estaban descalzos.

"Fox..." La voz era grave, casi robótica. John estaba usando un distorsionador de voz. "¿Estás solo?"

"No" vino la respuesta.

John contuvo la respiración, "¿con quién...?"

No tuvo que esperar mucho, Fox continuó casi instantáneamente. "Estoy con el General de Corneria y el resto del equipo"

John suspiró y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, "me alegro de no haberme equivocado esta vez".

"¿Por qué te ocultas?" preguntó Fox.

"Puede haber cámaras ahí, no quiero tomar ningún tipo de riesgo," John pausó por unos segundos y continuó, "luego de verte en el parque... de vuelta a la base, todo estaba desordenado, faltaban computadores y archivos, era como-como si alguien hubiera registrado todo y... Lu-Lucy desapareció. Es probable que se hayan desecho de ella".

"¿Lucy?" Fox estaba perdiéndose algo.

"Ella sabía cosas... Cosas que compartió conmigo anoche, luego de la visita al hospital. Como desapareció, puedo asumir que ella consiguió averiguar lo que no sabía... y que yo tampoco sé. Necesito hablar contigo, ahora más que nunca... Estoy seguro de que no me queda mucho tiempo y que probablemente saben lo que estoy tramando. Tenía los zapatos intervenidos con sensores de rastreo. Los he dejado atrás con la esperanza de que pierdan mi rastro por un momento".

"¿Dónde estás, muchacho?" Habló Peppy luego de haber permanecido en silencio hasta entonces. Estaba intrigado, algo le decía que el resultado de todo esto no iba a ser bueno.

"No puedo decirles. Cosas de seguridad, ¿recuerdan? Pero eventualmente lo sabrán".

"¿Te persiguen ahora?" Pregunta Fox rápidamente. No le gustaba no saber. No le gustaba la sensación de inseguridad que emitía ver el pequeño cuerpo de John encapuchado, agazapado, listo para morir.

"No lo sé"

Fox y el General miraron hacia el suelo, pensativos. Mientras Peppy se dirigía a Slippy en secreto, "¿Crees que puedes encontrarlo?", murmuró. Slippy afirmó con la cabeza.

Hubo un momento de silencio, John no sabía por dónde comenzar para explicar todo lo que debía confesar. "Corneria..." murmuró y toda la atención en la sala volvió hacia su holograma, "¿Corneria está aquí para ayudarnos?"

Fox llevó su mano izquierda a la parte posterior de su cabeza y se rascó, nuevamente siendo recordado de su misión original. "Algo así, el General nos mandó con motivos de vigilancia. Estamos tratando de localizar a una banda de terroristas que se dedican a la asesinación masiva de detractores del régimen imperialista"

"Pro-imperialistas, en otras palabras" Complementó el General.

"Así es"

Ambos se callaron al escuchar una carcajada sarcástica saliendo de los labios de John. Los músculos de su espalda se movían compulsivamente y sus dedos se acurrucaban debajo de las plantas de sus pies. Fox se preguntaba si, por fin, John había perdido la cordura. Sus pensamientos fueron interrumpidos, sin embargo, por palabras del mismo John.

"Que ironía... ¿Así es cómo lo ven desde afuera?" Preguntó John entre pequeñas carcajadas, que sonaban cada vez más tristes. Sabía que había algo extraño. ¡Lo sabía! ¿Por qué tuvo que escuchar a ese cerdo?

Fox lo trajo de nuevo en sí, "¿A qué te refieres con eso?"

"Él... él llegó ese día con un paquete para nosotros. Él sabía lo que hacíamos y estaba dispuesto a delatarnos si no seguíamos las instrucciones que se indicaban dentro del sobre". Las palmas de John comenzaron a sudar y su pierna derecha comenzó a temblar. "Nos pedía que encontráramos a ciertas personas. Ciertos ayudantes del régimen... Eso fue hace un año".

Mientras John hablaba, la mente de Fox se iba aclarando cada vez más y más, por muchas razones quería apagar el transistor y nunca saber la verdad. No podía ser cierto.

"Lucy estaba investigando por su cuenta, nunca le mencionó esto a nadie hasta ayer, cuando me lo contó a mí. Desde que te conocí ayer, mi vida peligraba por las decisiones que con o sin conocimiento iba tomando... La primera, fue no matarte a ti, Fox McCloud".

Fox abrió bien los ojos. No sabía que lo tenían localizado desde un principio. El General continuaba escuchando, casi en el mismo estado de shock, muy pocas personas que él conocía sabían de esta misión.

"La segunda... fue reconocer tu nombre en voz alta, esta mañana en el parque"

"John..." Murmuró Fox.

"Necesitaba que tomaras en serio mi advertencia. Desgraciadamente, había alguien ahí..."

"¿Lo tienes?" Preguntó Peppy en voz baja.
"Aún no"

"... Ahora saben que yo estaba consciente de que debía delatarte, y sin embargo no lo hice"

"¿Quién está haciendo todo esto?" Preguntó Fox, perdiendo la paciencia cada vez más. Quería saber donde estaba, todavía no era demasiado tarde.

"ZETM..." Murmuró John, poniéndose de pie. Una fuerte ventisca comenzó a entrar desde arriba. "No tengo mucho tiempo... Cuando termine nuestra conversación, quiero que vean el canal 7". Sonaba como si lo tuviera todo perfectamente bajo control

"¿Qué tiene que ver ZETM con todo esto?" Preguntó Fox, apresurándose en salir de la sala, veía claramente el resultado de todo esto. "Slippy, ¿lo encontraste?", preguntó al llegar a la puerta.

"No lo sé..." Murmuraba John por detrás.

Slippy arrojó un pequeño chip que Fox atrapó sin dificultad, "Falco está abajo, instala esta aplicación en su motocicleta. Te mantendré informado."

Fox afirmó con la cabeza y partió. No podía darse el lujo de perder el tiempo en la sala. Bajó las escaleras tanto o más rápido de lo que las subió el día anterior en Lont Valley.

Tal y como dijo Slippy, en el camino se encontró con Falco, quien luego de muchas amenazas y 'o si nos' le dio las llaves de su motocicleta.

El subterráneo del edificio era un lugar demasiado gélido para su gusto, pero era una de las condiciones mas óptimas para vehículos no gravitacionales, como era el landfree. A Fox no le costó mucho trabajo encontrar la motocicleta de Falco en medio de todos los autos, se apresuró en llegar e inició inmediatamente la computadora, insertando el pequeño chip que dentro de poco estuvo instalado. Tenía conexión directa con la reunión gracias a eso. Se colocó el casco de seguridad sobre la cabeza, montó la motocicleta y partió a toda velocidad.

"Slippy, ¿tienes alguna idea de donde pueda estar?"

"En el centro, aún no tengo la ubicación exacta, es difícil saber con transistores fabricados en casa"

"Entiendo" Respondió Fox, rogando llegar al lugar preciso, en poco tiempo.


"¡JOHANN KRAUSE!" Una prepotente voz gritó.

Fox escuchó horrorizado. ¡Johann! No podía ser, era uno de los nombres que estaba buscando desde el principio...

"Me encontraron" Murmuró John. Habían llegado con helicópteros y todo sólo para eliminarlo a él. El fuerte viento hizo que su capucha volara hacia atrás, revelando su rostro.

"¡JOHN!" Gritó Fox desde la motocicleta. ¡Qué impotencia sentía!

"Él... es sólo un niño" Murmuró el General, sorprendido, sin poder despegar la vista de la proyección holográfica, sintiéndose casi tan impotente como Fox.

"¡Sé donde es eso!" Ante la exclamación, todos en la sala voltearon la cabeza para ver a Falco entrando rápidamente por la puerta y dirigiéndose al monitor de Slippy.

Slippy sonrió, "¡Falco!" quien mejor que él para reconocer todas las calles de la capital de Zoness.
Gracias a Falco pudieron marcar el lugar por medio de la computadora.

"¿Lo tienes, Fox?"

"¡Positivo! Gracias, Falco" fue la respuesta a través de los parlantes de la computadora.

John soltó una pequeña carcajada, "No pierdan el tiempo conmigo, saquen a Allison de ese hospital y vayan con Fara, díganle que ZETM ha estado jugando con nosotros, todavía no es muy tarde para salvar sus vidas..." John se había quitado el distorsionador de voz, arrojándolo al basurero que había a su lado. No tenía sentido ocultarse si ya sabían su verdadero nombre y no quería que supieran que estaba teniendo una conversación con nadie. Ya se encargaría de eso.

"¡MANOS ARRIBA, KRAUSE!" John se rehusaba a obedecer.

"¡No puede ser!" Exclamó Peppy. "¿Quién les está haciendo esto?"

"No lo sé..." Un murmuro imperceptible. "Ich weiß nicht! Ich verstehe nicht!" ("¡No lo sé! ¡No lo entiendo!") Dirigidos a ambos, a la policía de Andross y a Starfox. Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos "Díganle a Allison que hice lo mejor que pude y..."

"HÄNDE HOCH!" ("¡Manos arriba!") Los policías comenzaron a descender de los helicópteros y a bajar por los muros con ayuda de cuerdas y ganchos. John obedeció y levantó los brazos, desabrochándose la chaqueta en el proceso y mostrando su mano derecha, sostenía un pequeño control.

"¡TIENE UNA BOMBA!" Gritó uno de los oficiales. Muchos ya habían bajado.

"¡JOHN!" Gritó Fox desesperado, sólo un poco más, no estaba muy lejos del lugar.

"Ma- Maten a Dengar por mí"

Hubo un minuto de silencio, casi como para tratar de absorber la verdad...

"¡ANDROSS!" Gritaron al unísono Fox y los que estaban en la sala.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de John, lentamente su pulgar comenzó a hacer presión sobre el pequeño y único botón del remoto. Los oficiales que habían bajado a matarlo morirían con él.

La transmisión del holograma fue interrumpida por interferencia. Falco golpeó la mesa y se sentó pesadamente en la silla, Peppy apoyó sus codos sobre la mesa, sus manos soportando el peso de su cabeza. Slippy apagó el transistor.

El General desde la base en Corneria, permanecía en completo asombro, lentamente inclinó la cabeza. Otro inocente había muerto por una causa justa, un niño. Ordenó al televisor de la sala a encenderse y sintonizar el canal 7. Había sido uno de los últimos deseos del muchacho, después de todo.



Una gran explosión sucedió a dos cuadras de donde se ubicaba Fox, el humo y el fuego que se asomaba por sobre los edificios lo decía todo, era demasiado tarde.

Cuando en su monitor aparecieron imágenes del canal 7, se rehusó a observar. Sabía lo que canal 7 era. A quien pertenecía.

'Zoness Enterprising Trading Markets...'

"Swede había sido uno de los cantantes más famosos en esa época ¿No crees?"

"Así es, Karla. Uno de los más famosos por ciert- Ah! Karla, tenemos información de último minuto. Al parecer, una explosión fue presenciada en pleno centro de la capital! Está Günter con más información desde el lugar de los hechos".

"Buenas tardes, Günter Werden reportándose desde los edificios más importantes de ZETM. En este momento, el helicóptero desde el que estoy trata de acercarse un poco más al lugar, pero como pueden ver, una gran cantidad de humo y de fuego impiden un poco la visibilidad. Bomberos ha llegado y al parecer han controlado las llamas. Extraoficialmente, esta atrocidad fue cometida por un terrorista anti-imperialista..."

'Terroristas... es todo lo que son para esta gente' Pensó Fox 'No son Buscadores... Sólo... Terroristas...'

"No se sabe cuántos miembros de fuerzas especiales heridos hay, ni cuanto dinero le costará a Zoness Enterprising Trading Markets cubrir los daños materiales, pero afortunadamente, no hay víctimas civiles y la situación parece estar bajo control"

El General suspiró, este debe ser uno de los peores días de la semana. Esperaba que esto no afectara en el rendimiento y desempeño de Fox en sus misiones. El caso que quería investigar en Zoness estaba resuelto, ahora, sólo hacía falta combatirlo.

Era un misterio, Fox pensó mientras se devolvía a la base, cómo todavía tenía los pensamientos más claros que el agua que fluía en Aquas, aún después de matar a la agente y de ver cómo moría uno de sus más recientes aliados, que por no decir más, los guió hasta el mismísimo Andross.

'Me las pagará...' Fox gruñó mentalmente. Su rencor y repudio al sujeto en cuestión sólo se hacían más y más profundos.

"¡Hay conmoción abajo!" Gritó Günter, el guepardo señalaba al camarógrafo para que apuntara a la escena que ocurría "¡Alguien trata de traspasar la línea policial! Es una fennec"

Eso llamó la atención de Fox. No tuvo que mirar el monitor para saber quién era. No era hora de darse por vencido, todavía tenia misiones que cumplir. Con eso en mente, aceleró la motocicleta y se dirigió al lugar de la explosión.

"General. Necesito autorización para salir de Zoness lo antes posible".

"La tienes. Starfox te estará esperando en el centro" Respondió el General. Fox sabía que Pepper se refería al centro geométrico de Zoness, donde se encontraba la ex embajada de Corneria.

"Saquen a la chica del hospital".





"¡Déjeme pasar!" Gritó Fara, empujando contra la barrera que pusieron agentes especiales para cortar el tránsito por tierra. Unos cuantos policías comenzaron a agruparse entorno a ésta, haciendo fuerza para impedir que la barrera se derribara.

"¡Mi hermano está ahí! ¡Era uno de los suyos, merezco más respeto!" Fara no era tonta. No rebelaría nunca que ella conocía al supuesto "terrorista". Si algo aprendió dentro de los Buscadores fue a mantener en las tinieblas todo lo que sabía de la organización.

Su relación con cada uno de los miembros de la zona era más estrecha de lo que aparentaban. Sobre todo con John, quien de cierta manera le recordaba a un pequeño hermano con un gran cerebro. Hasta hoy recordaba el primer día que él habló con ella, hace más de cinco años, como si hubiera sido ayer.

Tenía doce años y era nueva en la escuela, los niños jugaban y ella estaba sola. Sus padres habían muerto hacía un mes, pero aún así sentía como si hubieran muerto el día anterior. Por las noches soñaba. Soñaba como ríos de sangre inundaban su habitación, salpicando su cubrecama y subiendo por las cortinas. La misma escena que se repetía y se repetía, una y otra vez.

Fue una pequeña voz la que la trajo en sí. La voz de un niño de siete años que aún tenía problemas para pronunciar bien el idioma. Joseph era su nombre entonces. No tuvo que preguntar, él ya sabía que Fara era intensamente buscada por Andross, sólo por la mirada de su rostro. Pues su familia también se había desarmado gracias a la misma persona. Lara la llamó. Y la hizo formar parte del grupo. Con ella, la pequeña organización se consolidó por vez primera.

Fara nunca pensó que viviría para ver morir a John. En cuanto vio las noticias, supo en seguida que se trataba de él. No podía haber escogido otro lugar, el lugar donde el primero de los encontrados había fallecido.

Un poco más de fuerza y Fara derribaría la barrera. Diez policías la sostuvieron de los brazos y la retuvieron.

'John...'

"¡Bastardos!"

'¿Por qué?'

"¡Suéltenme!"

'¿Por qué hiciste esto?'

"Un movimiento más y juro que te volaré los sesos" Era una pantera. Estaba apuntando su arma en la sien de Fara. Una batalla donde ella perdería de ambas maneras. Los soldados de Andross estaban autorizados para matar, a diferencia de los policías.

"Panther Caruso..." Murmuró uno de los policías, reacio a la medida tomada.

"Estoy aquí por orden del Imperatore, no hay nada ni nadie que pueda sobrepasar esa orden, Capitán General de la FPZ". Al oír esto, el capitán gruñó, no quería que una situación como esta rebotara a los civiles. Pero sabía que la policía no tenia poder por sobre las fuerzas armadas, no en el Zoness dominado por Andross.

"Señorita, por favor, escuche al soldado" Fara estaba congelada. Nunca le habían apuntado un arma antes. No podía respirar...

Panther era conocido en el medio por matar sin escrúpulos.

El capitán estuvo a punto de sacar su arma para detener esta locura, era un sacrificio que estaba dispuesto a hacer, Andross estaba yendo demasiado lejos. Sus dedos estaban a unos cuantos centímetros de encontrar el arma, cuando escuchó el sonido de un blaster cargándose. Era demasiado tarde.

"Un movimiento más y juro que te volaré los sesos" No era su voz. Era... ¿un zorro?. Tenía un casco en la cabeza, pero ese efluvio definitivamente pertenecía a un zorro. Y sostenía un arma contra la sien de Panther.

'¡Fox!' Gritó Fara en su mente.

"Suelten a la señorita" Los policías consintieron y la soltaron inmediatamente, no obstante, Panther se rehusó a bajar el arma. "Tú también..."

Al oír esto, Panther explotó de risa.

"¿Cómo osas ordenarme algo a mí? Claramente estoy en una posición más ventajosa que la tuya, si me disparas lo último que haré será presionar el gatillo y matarla a ella"

Fox tenía su arma cargada, su dedo índice hizo presión sobre el gatillo.

"No creo que tu cerebro pueda mandar ninguna orden luego de lo que le ocurrirá a tu cabeza. Para mi arma, será como aplastar un tomate con un martillo de madera". Lo amenazó Fox mostrando sus dientes.

Lentamente, Panther comenzó a bajar el arma. Ya no estaba interesado en matar a la fennec. Sin embargo, matar al zorro era algo por lo que se moría. Se voltearía y lo mataría, no vería otro amanecer, ni se entrometería más en sus asuntos. Un sujeto como él era un peligro para el nuevo mundo que Andross quería establecer.



En cuanto el arma de Panther dejó la cabeza de Fara, Fox gritó
"¡Lara, sube a la motocicleta!"

En la mente de Panther sonaron alarmas.
'Fennec... ¡Lara! Esa muchacha es de los buscadores que Dengar estaba engañando... Eso quiere decir que...'

Con rápidos movimientos, Panther se volteó y apuntó, ambos se habían subido al vehículo y estaban partiendo rumbo en dirección contraria. Disparó directamente a los neumáticos, fallando por pocos milímetros, Fox había partido en la motocicleta una milésima de segundo antes, efectivamente esquivando el tiro.

"¡¿Qué esperan?! ¡Vayan tras ellos!" Gritó Panther.

"Esas no son órdenes del imperatore" Aclaró el Capitán "Tenemos órdenes estrictas de quedarnos en el lugar-" No pudo hablar mucho más, Panther le había disparado a sangre fría, su temple inmutable.

"¿Quién más quiere oponerse a mis órdenes?" Preguntó Panther, mirando de reojo al resto de los oficiales, quienes sin pensarlo dos veces, acudieron a sus vehículos.

Por sobre sus cabezas, en el cielo, una docena de helicópteros sobrevolaban el área y en la cima de todos los edificios, resplandecían grandes carteles con las siglas color zafiro.

ZETM

SAPPHIRE


9.12.06

Intriga / Intrigue

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creacion mia, por lo tanto si alguien quiere usarlos debera por lo menos darme credito a mi.

Fanfic Rating: T

" " Lo que se dice
' ' Lo que se piensa
[ ] Links a canciones que se escuchan bien en la escena siguiente

Comenzado el 26/11/06 a las 12:04
Retomado el 03/12/06 a las 17:02



Last Wish
Chapter 7 - Intrigue
by Millia Vargas





"¡Esperen!"

Pero esa voz no le era conocida. Rápidamente, John devolvió su arma a su escondite, se encontraba en un escenario completamente distinto ahora. Terminó de voltearse y sin mucho asombro, con un poco de rencor en su mirada, divisó al cuarto personaje ascendiendo las escaleras.

Peppy Hare. No sería muy difícil eliminarlos a todos. John mandó una señal desde su transistor a Lucy y a Matt.

Detrás de Peppy, las escaleras se desmoronaban. Cayendo poco a poco como dominós. Casi en cámara lenta. El sonido era tan estruendoso, que desde abajo los reptiles se escondían en las más profundas sombras.

La aguda visión de John le ayudó a descifrar el perfil de su silueta. Llevaba un bulto en sus brazos. Un bulto demasiado grande. ¿Podría ser?

Slippy miró a Peppy con ojos más saltones de lo normal.

"¿Peppy?" Exclamaron Fox, Falco y Slippy al mismo tiempo, y todos con el mismo asombro.

"Sí, sí. Luego les explico" dijo Peppy con agitación mientras los alcanzaba. "¡No dejen de correr!"

"Es..."

Pero John no pudo terminar de escuchar lo que dicía Fox. Sus voces y el sonido de montañas de tierra derrumbándose, se volvieron un eco. Lo único que podía ver era el cuerpo de Allison que Peppy había envuelto en una chaqueta. Sus oídos estaban totalmente concentrados en cualquier sonido proveniente de éste. Estaba respirando. Su corazón estaba latiendo.

Allison estaba viva.

'Gracias, Peppy... Nunca olvidaré esto...'

Había un gran cambio de planes.
Zoness podía esperar.

Por primera vez desde que entró a la caverna, una sonrisa se dibujó en su rostro. Una sonrisa despreocupada e inocente. No podía recordar la última vez que había sonreído de manera tan genuina. Quizás la última vez que vio a su madre con vida.

Fragmentos de roca cayeron sobre su cabeza, pedazos que le recordaban que todavía estaban jugando con la muerte en esa cueva. No podía darse el lujo de perder a nadie en ese minuto.

"¡Deprisa! No falta mucho para llegar a la superficie". John decidió no llevar la delantera y dejar que los demás lo pasaran, quedándose el al final de la fila encabezada ahora por Fox y Fara. Así podía asegurarse de que nadie sufriría daño alguno antes que él, y al mismo tiempo podía mantener un ojo sobre Allison. Pudo notar, con tristeza, que una de sus piernas faltaba. En su lugar había un pedazo de tela atado un poco más arriba de donde hubiera estado su rodilla, empapado en sangre. Pero estaba viva. El sólo pensamiento le daban ganas de reír de alegría.



Afuera, la noche había caído. El calor que había en la tarde se disipó, sólo para ser reemplazado por el frío y la calma de la noche. Las dos lunas del planeta iluminaban el llano en toda su extensión. Una suave brisa pasaba por las pequeñas dunas de tierra seca y erosionada, sus granos dorados fácilmente llevados por el viento a lugares lejanos, pequeños insectos saliendo de sus refugios, algunos grillos entonando. Afuera parecía un mundo tan tranquilo comparado con el mundo que había debajo.

En la superficie los esperaban Lucy y Matt. Ambos conejos llevaban linternas consigo, y uno a uno, ayudaron a salir por la puerta a los miembros de Starfox.

"¿Allison?" Preguntó Matt, casi espantado.

"Sí, ha perdido mucha sangre, debemos llevarla a un hospital lo antes posible" Dijo Peppy.

"Fara fue mordida hace quince minutos. Presumo que puede morir si no la curamos enseguida"

"Debemos apresurarnos". Dijo Matt, un poco de sorpresa en su voz.

'Con que él sabe su nombre...'

Luego de ese pensamiento, Matt guió a Peppy y a Fox hacia el vehículo que habían estacionado unos cuantos kilómetros atrás. Falco y Slippy los siguieron.

John fue el último en salir.

Hubo un intercambio de miradas entre él y Lucy, quien se había quedado esperándolo. Ambos estuvieron en silencio hasta que las voces provenientes del otro grupo habían desaparecido por completo. Pero John no pudo contenerse más. Abrazó fuertemente a Lucy por la cintura y rompió en llanto.

"Lo siento tanto, Lucy. No pude hacerlo".

Lucy lo abrazó de vuelta y comenzó a acariciarle el pelaje de la cabeza, su mirada se suavizó. Su mano era tan cálida.

"Yo tampoco podría hacerlo, John"

Entonces, estuvo decidido. No tuvieron que intercambiar palabras para llegar a un acuerdo.

Ambos pensaron lo mismo casi al mismo tiempo.
No delatarían a esas personas.

"El apestoso puede esperar" Dijo Lucy, provocando que una carcajada escapara de los labios de John.

Pasaron algunos segundos más en esa posición. Lucy podía ser muy maternal, pero debía admitirlo, no era de esas personas que pueden estar abrazando por más de cierto período de tiempo

"Eh... ¿John?"

No hubo respuesta. Sólo un pequeño ronquido.

Como madre sustituta, Lucy lo tomó en sus brazos y lo llevó a donde esperaba encontrar el vehículo de Fara. Su mirada se volvió sombría.



No sabía que ganaba ese cerdo con la información que le proporcionaban ¿Estaba viéndolos ahora? ¿Estaba escuchándolos? ¿Estaba disfrutando al verlos al borde de la muerte, al borde de la demencia? Pero lo más importante, ¿para quién trabajaba?

Pensamientos como esos pasaron por la mente de Lucy camino al landfree de Fara.

Sabía que habían puesto cámaras y micrófonos en sus casas, en su base y dentro de sus landfrees. Había encontrado una de esas diminutas cámaras dentro de la rejilla del aire acondicionado varios meses atrás.

Sus sospechas comenzaron hace un año, el primer día que él se acercó a ellos, cuando lo único que dijo fue:

"Sé lo que hacen" Mostrando esos dientes amarillos y puntiagudos. Fue casi una amenaza. Una broma de doble sentido, diría ella.

Ese mismo día recibieron el primer paquete, junto a una gran suma de dinero, que según él, era sólo un adelanto.

"Las instrucciones están adentro" dijo y se retiró.

Era una lista de personas que debian encontrar, supuestamente aliados de Venom. Dentro del sobre, se encontraban los datos de cada uno, junto con una fotografía e iban adjuntados a la instrucción del objetivo principal:

Liberar a Zoness del imperialismo de Andross.

Nunca pensaron que esas personas que delataron morirían en menos de una semana. A plena luz del día, en el centro de la ciudad, en medio de un centenar de personas. Los habían matado a todos.

Se sintió como si ellos los hubieran matado. Sólo eran un grupo de buscadores. Ni siquiera conocían en persona a toda esa gente.

Luego de ese trabajo, ninguno de ellos fueron los mismos. Fara no pudo comer por una semana, John no podía conciliar el sueño, Allison dormía en el patio de atrás durante pleno invierno. Sólo ella siguió con el mismo estilo de vida, decidió ser fuerte para mantener unidos a los demás. De otra manera se hubiera vuelto loca, no hubiera comido, ni dormido, todo al mismo tiempo.

"Los matamos, Lucy" Clamaban sus voces. Cómo sus almas descansaban en paz ahora, eso aún no lo entendía.

Pasaban los días y sin embargo, ningún medio de comunicación había hablado de la desaparición de ninguno de los tan importantes colaboradores, ni la policía andaba tras los culpables. Curiosamente, ninguno de los asesinados tenía familia viviendo en Zoness, mas bien, según averiguó con otros buscadores, muchos de los parientes de los desgraciados habían muerto en ataques o se hallaban desaparecidos.

Nunca planteó sus inquietudes al resto del grupo. Probablemente era mejor que sólo ella supiera la verdad. Para mantener la cordura dentro de ellos mismos.

Sus sospechas crecieron más conforme transcurrían los meses. Y de todas las sospechas, una sola guió hasta donde está ahora.

La muerte de las personas que fueron asesinadas ese día, beneficiaban a una sola empresa.

Sí. Ella estaba investigando por su cuenta hacía algunas semanas. Que aún estuviera con vida hoy le parecía un milagro, podía asumirse que aún nadie dentro de la empresa se había dado cuenta de que algunos archivos estaban fuera de lugar, o de que un intruso esquivó los sistemas de seguridad de los principales equipos y computadores de la compañía.

Zoness Enterprising Trading Markets, más conocida como ZETM. Compañía que por medio de incontables trusts y holdings había logrado acapararse del cien por ciento del mercado Zoniano y curiosamente de varios mercados que estaban sometidos al régimen imperialista.

Hasta hoy estaba en eso, buscando al líder de la compañía, buscando la pieza faltante más importante del rompecabezas.

Y aún trataba de buscar la forma de guardar toda esa información en otro lugar que fuera su computadora, sin arriesgarse a hablar con nadie, pero al mismo tiempo decirles lo que sucedía. Cada vez estaba más cerca de saber la verdad. Cuando la supiera, Lucy sabía que no tendría mucho tiempo para contarla antes de morir. Tenía una peste que no quería transmitir, cualquiera que supiera la verdad moriría junto con ella. No era algo que deseaba para los buscadores.

¿Podría ser? ¿Podría ella confiar esta información a los recién llegados? Era demasiado oportuno para ser bueno. Podrían ser espías.

Pero entonces, ¿por qué les pidieron que los buscaran?

Habían llegado al landfree, vejestorio que Fara osaba llamar vehículo. Pero en ese momento, un vehículo era mejor que ninguno.

'Tarde o temprano lo sabré, cerdo'. Pensó, subiéndose al vehículo.



"¡Debemos apresurarnos!" Gritó Fox desde el asiento trasero, en sus brazos aún llevaba a Fara quien permanecía inconsciente. Peppy iba a su lado, junto con Allison.

"Hago lo mejor que puedo, tío" Gritó de vuelta Matt. Iban a más de 250 kilómetros por hora. Un poco más rápido que lo permitido. 'Fara, aguanta'

Falco estaba perdiendo la paciencia,"¡Esta mierda parece bote!"

Slippy suspiró, no podía más que estar de acuerdo con Falco. Quizás algún día podría meter sus manos dentro del motor de uno de estos Freelanders y perfeccionarlos. Eran originarios de Zoness, después de todo.

Peppy sólo estaba disfrutando del viaje. En el arwing, a tanta velocidad, no se podía apreciar tan bien el paisaje. La pierna de la muchacha que sostenía no dejaba de sangrar, sería una pena cuando despertara. Había oído de un buen hospital para estos casos, pero no estaba en Zoness...

Desgraciadamente en Zoness, todos los hospitales pertenecían a ZETM. Peppy esperaba que no fuera muy caro, a juzgar por su apariencia, el dinero que ganaba le bastaba para comer y nada más, eso igualmente podría considerarse una pequeña fortuna, mucho de lo que ganaba el pueblo de Zoness se iba en los altos impuestos implantados por el gobierno.

Sonidos de una batalla campal lo sacaron de su línea de pensamiento. Falco trataba de quitarle el control del vehículo al muchacho, quien se rehusaba perentoriamente a ceder y hacían demasiado ruido para hacer de éste un paseo agradable. Demonios. Ahora, lo único que quería era llegar rápido.

"¡Dame el volante, maldito hijo de coneja!" Refunfuñó Falco, tratando de forcejear a Matt fuera del asiento de conductor.

"¡HEY!" Gritaron Matt y Peppy al mismo tiempo. Si las miradas pudieran matar, Falco habría muerto dos veces.

El vehículo se tambaleó.

"¡SUFICIENTE!"

Todos se callaron, Falco y Matt dejaron de pelearse el volante... incluso Fox, que no había dicho nada hacía un rato, se tragó un suspiro que iba a salir de su boca.

Slippy resolló. Nunca creyó que explotaría de esa manera, pero no podía darse el lujo de que el único vehículo que los llevaría al hospital se estrellara... ¡mucho menos un landfree! ¡Y todavía tenía que ver el motor!

"Slippy tiene razón" Dijo Peppy, aún asombrado por el arrebato de cólera que acababa de expresar Slippy. Se preguntaba si quizás el muchacho había estado ante situaciones de mucho estrés durante la semana. Si era así, entonces Pepper tendría mucho que explicar.

Slippy suspiró, ¡al fin! Alguien que tenía un poco de sentido común estaba de su parte.

Por suerte eso bastó para detener las discusiones. Falco nunca había visto un sapo enfadado, ni quería verlo nunca, por lo que decidió no meter más ramas al fuego. Se contentó con mirar por la ventana, en completo aburrimiento, el viento azotando los rostros de todos. El conejo había acelerado.

"¿Lo notaste también, Peppy?" Murmuró Fox. Sonriendo ligeramente mientras observaba detenidamente a Fara.

Peppy sólo asintió con la cabeza. No quería hablar de más, pero...
Fara era igual a su madre.

Matt, por su parte, refunfuñaba incoherencias. Algo con 'pájaro' y 'budín de planzana' en la misma oración.

'Estos tíos están locos...' pensó.



Era un poco más de medianoche, pero al fin habían llegado al hospital más cercano. Afortunadamente, fueron atendidos inmediatamente. En ese momento, Fara y Allison estaban en la unidad de cuidados intensivos. Como siempre, las primeras horas eran las más decisivas.

Minutos después, llegaron John y Lucy en el landfree de Fara. John tenía los ojos hinchados, como si hubiera estado llorando mucho. No obstante, su mirada reflejaba otra cosa, quizás cansancio.

Sin titubear, John se dirigió con pasos firmes hacia Fox, frunciendo el ceño. Parecía un pequeño cachorro de león a punto de atacar y botarlo. Hubiera sido más alto, Fox se habría sentido amenazado, pero con un niño como él no pudo hacer más que sonreír y saludar con la mano.

"Hey, se demoraron más de lo que esperábamos", dijo Fox.

Lucy sólo pudo sonreír, no podía creer que alguien tan ingenuo fuera un colaborador de Andross de todos modos. Tuvo que tragar una carcajada cuando se percató de que la ira de John se agudizaba al ver que sus esfuerzos por intimidar seguían siendo en vano.

Tal y cómo pensaba Lucy, se sentía John.

'El nervio de este tío', pensó.

"Tú" Gruñó John, apuntando con su índice a Fox, quien tenía toda su atención dirigida a él en ese momento. "Tú y yo. Mañana. En la plaza de la ciudad. 10am. Si te demoras, pagarás las consecuencias".

"¿Qué plaza?"

"La única que hay". Sin decir más, John se retiró del hospital, seguido por Lucy.

"¡Hey! Tú no sabes conducir, ¡espérame!" Antes de salir por la puerta, se dio vuelta e hizo una reverencia con la cabeza. "Por favor, permítanme traducir lo que John trató de decir. 'No soy bueno agradeciendo, pero pagaré con mi vida el favor que me acaban de hacer'. O algo así. Nos vemos mañana" Y se retiró.

Todos quedaron mirando la puerta que se acababa de cerrar. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus rostros.

Quien diría que el día iba a terminar tan bien.

Sin embargo, no sabían que las últimas palabras de Lucy eran bastante literales. Si Lucy no le decía a John sobre las cámaras y micrófonos, probablemente, John se metería en graves problemas, más graves que los de ella. Nadie antes se había atrevido a desafiar órdenes provenientes de él.

Debía actuar rápido. No sabía si tenían espías con ellos... un lugar apartado y solitario sonaba bien.



A la mañana siguiente, John se dirigío a la plaza. Su mirada aproblemada, las palmas de sus manos sudaban mucho desde la conversación con Lucy anoche. Sabía que él no era de confiar, pero algo mucho más oscuro se escondía debajo de su bajo perfil, algo que ahora sabía.

Todas las personas que delataron, probablemente ni siquiera apoyaban a Andross en primer lugar.

Definitivamente tenía que hablar con Fox hoy. Y si los hechos se desenvolvían acorde a su plan, entonces podría salvar a Lucy de su conocimiento, a Starfox de la exterminación y a él mismo, por su traición.

No tuvo que esperar mucho cuando vio a Fox aproximándose desde el otro extremo de la plaza. Eran las diez en punto.

Fox caminaba holgadamente, el sol de la mañana calentaba sus rodillas y el olor a tostadas y café llenaron su nariz. Sus entrañas se retorcieron, recordándole que no tenía suficiente dinero para tomar desayuno el día de hoy. Era una mañana bastante tranquila en esa parte de la ciudad.

'Ah, gracias a Dios Falco sabía a qué plaza se refería el niño' Pensó Fox mientras se dirigía al centro de la plaza, lugar donde había divisado a John. Pero no podía más que deslumbrarse con la cantidad de árboles que habían... Era una lástima que fuera la única plaza.

Era planificada, con montículos de pasto claramente diseñados con anterioridad, artificiales. La carretera pasaba por un costado, a unos cuarenta metros sobre el nivel del suelo, edificios más altos a la distancia, mientras los más bajos eran casi colindantes al parque, con esa arquitectura tan típica de Zoness, la que siempre vio en revistas cuando pequeño, las casas esféricas y apacibles. Muchas de ellas tenían siglos, pero los años parecían haberse detenido a sus pies. Al fondo, los edificios de ZETM. No podía más que sonreír sarcásticamente hacia los edificios con caras poligonales, tan opuestos a la arquitectura local.

Ya había llegado al lado de John. Quien se demoró un rato en hablar, como si estuviera muy sumido en sus propios pensamientos.

"Hey" Saludó Fox. Mejor empezar con algo.

John lo miró directamente a los ojos.

Fox no podía descifrar lo que veía dentro de ellos... ¿Tristeza? No... Temor. Por alguna extraña razón sus entrañas se retorcieron, era como si, alguien más estuviera viéndolos.

Bruscamente, John extendió su mano. También se había percatado de esa presencia oculta. Ahora más que nunca, su plan debía salir a la perfección.

Fox lo miró extrañado, casi desconfiadamente, le dio la mano y la sacudió.

'Aquí vamos...' John inhaló profundamente, "Peppy salvó a Allison y tú a Fara, por eso te diré esto: Váyanse de Zoness. No quiero verlos de nuevo".

Fox lo miró perplejo. No esperaba algo como eso. En lo absoluto.
"¿De qué hablas?"

"Si ustedes no se van, morirán. Es todo lo que puedo decirte"

"¿Eso es todo?" Cuestionó Fox.

"Sí. No me gusta gastar energías en personas como tú" dijo John mirando el suelo, pensativo, casi arrepentido de sus palabras. No parecían malas personas, todo lo contrario.

Fox suspiró melodramáticamente, "Oh, es una lástima. Me gusta una de tus amigas, después de todo... Supongo que tendré que morir"

John comenzó a perder la paciencia, decidió tragarse unas cuantas profanidades para terminar luego con todo esto. 'La osadía de este tío... ¡Plan B!'

Fox decidió que ya habían hablado demasiado también y comenzó a retirarse.
A mitad de camino se detuvo. Sin dar la vuelta, murmuró
"John, no te preocupes. Esa persona no es Allison"

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro cuando escuchó a John gruñir y continuó su camino. Tenía una reunión en 20 minutos y no quería llegar tarde.

"¡HABLO EN SERIO, FOX MCCLOUD!"

John gruñó otra vez, agradecido de que Fox estaba mirando hacia otro lado, pues su cara estaba tan roja que sentía que iba a estallar. '¿Cómo lo supo?'.

Fox paró en seco. '¿Cómo lo supo?' Nunca le había dicho su nombre real y Fara aún se encontraba en el hospital. Se volteó rápidamente, pero cuando lo hizo, John ya no estaba ahí.

"¿Niño?" Murmuró al aire. Una pequeña comezón en su mano derecha lo sacó de su meditación. Justo cuando comenzaba a rascarse, sus dedos sintieron una pequeña protuberancia justo en el centro de su palma. Decidió no llamar mucho la atención. Ahora estaba seguro de que la presencia que sintió antes no fue producto de su imaginación. No tenía que mirar su palma para saber que tenía un transistor de imágenes pegado con cinta.

¿Qué estaba sucediendo?

INTRIGUE


3.12.06

Esplendor / Splendour

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creacion mia, por lo tanto si alguien quiere usarlos debera por lo menos darme credito a mi.

Fanfic Rating: T

" " Lo que se dice
' ' Lo que se piensa
[ ] Links a canciones que se escuchan bien en la escena siguiente


Last Wish
Chapter 6 - Splendour
by Millia Vargas






Era la primera vez que John había entrado a esa casa en mucho tiempo, estaba oscuro y olía a podredumbre, y lo peor de todo es que tenía este extraño sentimiento en las entrañas, esa sensación instintiva que te dice que algo saldrá mal, muy mal. Las escaleras parecían no tener fin y el precipicio a su izquierda le daba mala espina

Un escalofrío trepó por su espalda.

"Está muy oscuro aquí abajo, John" La luz que encendió Allison un momento después le dio seguridad. Tenía que ser fuerte si quería encontrar a Fara.

"Puedo escuchar ruido proveniente de abajo"

"Yo también, Allison"

"No te preocupes. Te protegeré" Dijo Allison volteando su cabeza y sonriendo de oreja a oreja, mostrando sus blancos colmillos.

"D-DE QUÉ ESTÁS HABLANDO?" Responde John sonrojándose. Últimamente estaba haciendo mucho eso cuando de Allison se trataba.

Allison sólo se reía, continuando el descenso. Por suerte, John ya no estaba tiritando.




Había una luz cerca, no la recordaba en el trayecto hacia abajo, pero quizás esa luz siempre estuvo y no la percibió, puesto que sus ojos estaban demasiado ocupados tratando de ajustarse a la oscuridad.

Las piernas de Fox estaban agotadas, nunca antes había corrido tanto en toda su vida... Excepto, quizás, cuando Falco creyó que él había puesto ese cartel de 'Patéame' en la espalda. Bueno, fue él después de todo, pero no era del tipo suicida como para admitirlo. No fue capaz de reír con ese recuerdo, ya lo estaban alcanzando y no podía correr más. Tan simple como eso. Decidió redimirse y encarar a quien quiera que lo estuviera siguiendo, sólo quería salir con vida. Se detuvo bajando a Fara de sus brazos y sentándola en un rincón de la escalera, apoyándola contra el muro.

La tierra tembló.

"Huh? Eso es nuevo" Pensó Fox en voz alta.

"Esc... esc..." Unos casi inaudibles sonidos provenían de la boca de Fara. En su mente Fara quería gritar, pero le costó mucho que salieran esos sonidos más allá de su garganta.

"Lara, tranquila"

'¡No! ¡¿Cómo podría estar tranquila?!'

"Scondte" Su voz sonaba tan dormida, sin embargo por dentro, todas las alarmas sonaban en alerta.

"¿Lara?" Fox podía oler la desesperación que emanaba desde lo más profundo de su ser.

"Ljate d la luz" ¡Bien! Sólo tenía que esforzarse un poco más.

"¿La luz?" '¿De qué está hablando?'

"¡ALÉJATE DE LA LUZ!" La tierra tembló aún más fuerte y esta vez no se detuvo.

Sin pensarlo dos veces, Fox tomó a Fara en sus brazos y se alejaron de la ténue luz que emanaba de la superficie, apretados lo máximo posible al muro, conteniendo la respiración y rogando no ser vistos.

La tierra se sacudió cada vez más. Del precipicio saltó una criatura enorme cuya sombra negra pasó sobre ellos. No era una de las criaturas de abajo.

Fox sintió una pequeña presión en su mano, Lara la estaba sosteniendo. Su rostro estaba sudado y su respiración irregular y lenta, sus ojos cansados como si hubiera gastado todas las energías que le quedaban en esa advertencia.

"¿Sabes que fue eso?". Lentamente, Fara sacudió la cabeza. Tendría que preguntarle luego. Hallar la forma para salir de este lugar era lo primero.




"¡Slippy!" Exclamó Falco, casi exasperado.

"Espera Falco, según mis cálculos Fox saldría por esta puerta..." Echándole un vistazo a la computadora.

Falco suspiró, el suelo estaba comenzando a temblar. Slippy cerró su computadora bruscamente. Curioso, cómo las cosas irán a terminar.

"El detector de calor encontró a 5 personas más de lo esperado..."

"Bien"

"Y a una criatura de 10 metros de largo, aproximándose a toda velocidad a un par de ellos" Continuó Slippy mientras sacaba de su bolso una soga de metal y su blaster. "Tenemos menos de un minuto para ayudarlos".

"Lo que nos faltaba" Dijo Falco, lleno de sarcasmo. Hubiera sido su día libre hoy como lo eran todos los días en Papetoon, no debería estar aquí, sino tratando de reconquistar a Katt, ayudándola a recuperar su Catspaw, comiéndose un helado mientras veía televisión o durmiendo.

Pero no, tenía que salvarle el pellejo a Fox nuevamente, como casi todas las veces que se metía en problemas... ¡Y aún no olvidaba la broma del cartel de "Patéame" en la espalda!. Falco suspiró de nuevo, últimamente estaba haciendo mucho eso.




La tierra había comenzado a moverse de nuevo, y esta vez no paraba. John comenzó a preocuparse, por primera vez no sabía lo que iba a pasar y estaba asustado. Pasó una brisa gélida que hizo que los pelos de su nuca se pararan en punta.

De la nada, una gran explosión surgió del suelo.

Pedazos de roca, tierra y madera obligaron a John a cubrirse el rostro con ambos brazos para protegerse, aún así escombros rasgaron su piel. Fue todo tan rápido que no logró sujetar a Allison de la mano, pero sintió como una ligera lluvia caía sobre su cabeza. Había dejado de temblar y la cueva yacía en silencio nuevamente. Todo estaba oscuro. John golpeó un par de veces la linterna que llevaba, la cual se encendió nuevamente.

"¿Allison...?" Ptrguntó John iluminando alrededor, no se observaba nadie. Nuevamente líquido comenzó a caer sobre su cabeza. Con temor, John palpó la sustancia con su mano, su palma se había teñido de rojo.

"¿Sangre?" Murmuró mirando hacia el techo que ascendía a unos 10 metros. Algo estaba cayendo. A su lado cayó con un fuerte sonido la linterna que Allison llevaba consigo, aún estaba encendida.

"Ayuda..."

La voz venía del agujero que dejó la explosión en las escaleras. Allison estaba sujetándose con ambas manos de un puñado de roca que sobresalía del muro, a punto de caer a la eterna oscuridad que se extendía hacia abajo.

"¡ALLY!" A toda velocidad, John corrió hacia el precipicio y sostuvo su mano con todas sus fuerzas para evitar que cayera. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Allison, sin importar la situación ni el momento.

"Al fin me has llamado Ally...", dijo.

"¡Sostente!" Desesperado. El olor a sangre lo estaba mareando, en cualquier momento se desmayaría.

"John... no, no puedo sentir mi pierna"

John no quería saber de dónde provenía la sangre que le cayó encima, ni que cosa se encontraba colgando del techo, probablemente con la pierna perdida de Allison, y estaba acechándolos.

Allison comenzó a marearse. Poco a poco sus manos comienzaron a ceder, en parte por el cansancio de la pérdida de sangre, en parte porque poco a poco el suelo donde estaba afirmada se volvía más y más resbaladizo. Sus ojos se cerraron lentamente y sus dedos se volvieron de lana, entumecidos. Pudo sentir como la gravedad la atraía hacia lo más oscuro y profundo de la caverna.

John gritó su nombre con todas sus fuerzas. Hasta que la perdió de vista por completo.

"... A-" En un intento por superar el miedo John comenzó a golpear el suelo ensangrentado con todas sus energías. Una, dos, tres veces. Parecía el niño que era. ¿Qué conseguía gritando su nombre? ¿Qué conseguía golpeando el piso? ¿Qué conseguía? ¿Qué conseguía llorando?.... No podía soportarlo, sus lágrimas caían a mares, como un monzón.

"Allison...". Cómo extrañaría su sonrisa...

'Tengo que salir de aquí' Esperando que Fara no hubiera tenido el mismo destino. Lentamente, intentó ponerse de pie. Sus pupilas dilatándose y su corazón palpitando tan fuerte que lo escuchaba en su cabeza. Había otra respiración detrás suyo.

Era demasiado tarde.



Fox intentó apresurarse mientras llevaba a Fara en sus espaldas, habían llegado refuerzos después de todo. A juzgar por el grito de terror que acababa de oír, ellos estaban en peor situación y si su lógica no fallaba, esa sombra que los pasó antes tenía algo que ver, al igual que esa linterna que cayó desde arriba.

"John..." Murmuró Fara. Se escuchaba cansada, pero Fox sabía ahora que por dentro estaba más despierta que nunca, su corazón palpitaba en su espalda. Correría de nuevo si esta nueva situación así lo estaba requiriendo, ya no faltaba mucho.




Nunca pensó que su vida terminaría así.

'Te volveré a ver, madre'. Llorando, John se resignó a su patético final, cubriéndose la cabeza con ambas manos, no estaba seguro si el dolor físico superaría el dolor que sentía en su pecho. Era un pésimo líder y uno de sus compañeros había muerto en una misión.

Siempre se había preguntado, qué hubiera pasado si nunca hubiera creado esta organización de Buscadores...

'Allison estaría viva' Era lo único que podía pensar.

La bestia estaba cada vez más y más cerca suyo, no tenía que mirar hacia atrás para saber que estaba abriendo su enorme boca, de múltiples dientes afilados, para devorarlo de una sola vez.

En medio de la oscura cueva, el esplendor de una luz se posó sobre él. Iluminaba toda la escalera, era blanca, tan blanca que podía enceguecer a cualquiera que osara mirarla de frente. Incandescente, semejante a la luz que emiten algunos peces en las profundidades más oscuras del mar, donde no llega ninguna otra luz.

¿Era eso lo que veían los que estaban a punto de morir? Una luz en medio de la oscuridad.
No estaba seguro, pero en su mente, un ángel guardián se estaba posando sobre él. No podía pensar en otra explicación. Un ángel de alas plateadas extendidas, de blanco y etéreo pelaje, en sus manos empuñaba un arco con flechas de oro ardiendo en llamas. Un ser fuera de este mundo, celestial.

Y estaba ahí para rescatarlo en el último minuto.

'Madre... ¿Viniste a salvarme?'

No hubo respuesta, sólo el esplendor de la luz que se hacía cada vez más y más intenso.

Tomando esto como una nueva señal de esperanza, John se secó las lágrimas con las manos, su pelaje quedando manchado de barro.

Aún en los lugares más lóbregos hay luz, aún en los lugares más desolados hay esperanzas.

Madre, tú siempre dijiste que podía lograrlo, siempre dijiste que podía cambiar las cosas para que giraran en mi beneficio. Siempre quisiste que ayudara a otros, que siguiera mis instintos, que nunca me diera por vencido ¡Esto aún no se acaba, madre, todavía puedo salvar a Fara!

"¡No me rendiré!" Gritó John.

Abruptamente, John se volteó para encarar al demonio que se paraba detrás de él, el cual aparentemente se sentía más atraído por la luz que venía desde arriba que por él. John aprovechó esta situación para ponerse de pie y alejarse rápidamente del lugar, descendiendo a toda velocidad. John se volteó para verificar que el monstruo no lo estaba siguiendo, aún estaba cautivado por ese extraño esplendor.

¿Qué era esa luz? Se hacía cada vez más y más grande, como si se estuviera acercando a una velocidad, que no era para nada despreciable.

Eso no es un ángel guardián.

Sorprendido, John no pudo hacer otra cosa más que seguir descendiendo y alejarse del lugar a toda velocidad.



Fox también pudo ver esa luz, no obstante, no tuvo que preguntarse qué era. Lo sabía muy bien.
Un gruñido escapó de su garganta.

¡Falco!

Refuerzos habían llegado. De una manera un poco más violenta que lo esperado.

Tan preocupado estaba por llegar rápidamente para rescatar a los demás, que no se dio cuenta del pequeño bulto que acababa de chocar y botar al suelo. De hecho, siguió de largo unos cuantos escalones hasta que escuchó un grito.

"¡FARA!"

Eso lo hizo detener.
"¿Huh?" Dijo Fox dando la vuelta. Era el gato blanco, John.

Rápidamente, John se levantó del suelo y se aproximó a Fox
"¿Qué le sucedió?"

"Fara fue mordida por un reptil. Debemos salir de aquí cuanto antes, unos cuantos van detrás nuestro"

"Arriba no es mucho mejor" John se dio cuenta demasiado tarde de su error. Le acababa de decir a Fox el nombre real de Fara a un desconocido, si esa información era divulgada, Fara no viviría mucho tiempo de todas formas.

La luz que venía de arriba se apagó, seguido por una explosión que sacudió el suelo y todas la cueva. Un montón de carne y vísceras se repartieron por todas partes.

"Eso fue un infierno de trabajo. Te toca limpiar a ti... Kei". Era Falco y su Homing Launcher.

"¡Falco, cerebro emplumado!" Exclamó Fox aproximándose a su equipo.

"¡¿Acaso no sabes el daño estructural que una explosión como esa puede causar en un lugar como este?!" Continuó Slippy, en ese preciso momento, la cueva comenzó a desplomarse.

"Debemos salir de aquí". Dijo John.

"Sí" dijo Fox afirmando con la cabeza. Fara se había quedado dormida en sus brazos.

"¡Y yo les recuerdo que le salvé la vida al chico!" Exclamó Falco indignado.

"Sí, y gracias". Replicó John, corriendo por las escaleras hacía el exterior, pasándolos a los tres en pocos segundos 'Están todos acá. No. Falta uno. ¿Qué debo hacer?'.

"Vaya que es rápido" Comentó Falco, mientras corría detrás del felino.

"Bueno, él es un gato" Replicó Slippy, a quien le costaba mantener el paso de los otros dos.

Por lo menos, los escombros habían dejado de caer. Ahora sólo perduraba el constante movimiento del suelo.

No obstante, a Fox todavía le quedaba una pregunta,

"John. ¿Qué haces aquí solo? ¿Dónde están los demás?"

"Es cierto, en el radar aparecían dos sujetos" Complementó Slippy.

"No vine solo". Respondió John. Su voz de niño, apagada y triste, tan oscura como la cueva donde se encontraban.

La cueva permaneció en silencio, los tres integrantes de Starfox temían su respuesta. Fue entonces cuando notaron la sangre sobre la cabeza de John, no sólo eso, sino que sus botas también estaban manchadas de la misma sustancia.

"Niño, ¿no llegué a tiempo?" Preguntó Falco, decepcionado, pues su primera intención era salvarlos a todos.

"Te equivocas. Llegaste muy a tiempo" Su voz quebrándose al final de la oración, tratando con mucho esfuerzo de no romper en lágrimas en ese mismo momento.

"Ally..." Murmuró Fara, lágrimas cayendo de sus ojos entreabiertos. Podía oler la sangre de Allison por todas partes. "No..."

John se detuvo, sus manos apretadas.
"Lo siento, Fara, te fallé"

'¿Me fallaste?... Mi nombre...'
Pero no tenía más fuerzas para hablar, ni de asegurarle a John que Fox no suponía ningún daño, al contrario.

Lentamente, John sacó su arma de su escondite, esperando no ser percibido por ninguno de los que iban detrás.

Su silenciosa arma comenzó a cargarse, esperando cual serpiente oculta bajo la sombra a ser disparada. John rogaba ser certero en sus tiros, rogaba no tener que dispararle a Fara accidentalmente, rogaba que no lo descubrieran. Una oración silenciosa que pasó siempre por su mente de niño.

Estaba completamente concentrado, para él, la tierra ya no se movía, los sonidos desaparecieron, sólo oía su propia respiración y los latidos de su corazón.

'El fin justifica los medios'

Ya les llevaba mucha ventaja, se detuvo. El arma sujeta con ambas manos sobre su corazón, que palpitaba salvajemente, como nunca antes. Era la primera vez que dispararía un arma en contra de un ser viviente. Estaba a punto de darse vuelta y ponerse a disparar, cuando escuchó un grito.

"¡ESPEREN!"

SPLENDOUR

24.11.06

Escape

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creación mía, por lo tanto si alguien quiere usarlos deberá por lo menos darme crédito a mi.

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Last Wish
Chapter 5 - Escape
by Millia Vargas




En el GreatFox, Slippy y Falco se encontraban en la sala de monitores, ambos estaban jugando un partido de go en un tablero digital sobre la mesa. Claramente Falco iba perdiendo, los juegos de mesa nunca fueron lo suyo.

Falco suspiró, si tan sólo hubiera escuchado al viejo ése.
¿Qué era lo que decía en situaciones como ésta?

'Oh, otra pieza menos. Slippy es muy bueno' se quejó Falco en sus pensamientos, sin embargo, tendría que pasar un arwing lleno de cerdos para que admitiera eso en voz alta. No importaba, la próxima vez jugaría con las negras, el color blanco definitivamente debía ser la fuente de toda su mala suerte.

Slippy se detuvo en medio de su jugada.

"Falco..."

"¿Qué?"

"¿Me estás dejando ganar?" Preguntó Slippy, aburrido. No era divertido jugar go, o cualquier otro juego de hecho, si el oponente no estaba dispuesto a ganar.

"Más o menos", dijo Falco suspirando de nuevo. No estaba dispuesto a perder la dignidad aún, eso y además era un pésimo perdedor. Al parecer.

Un pequeño pestañeo del monitor al lado del tablero llamó la atención de Slippy. Un sonido agudo fue emitido por uno de los monitores. Falco se cubrió ambos oídos con las manos.

"¡Apágalo!"

Slippy obedeció, "Lo siento Falco. Sonidos de alta frecuencia, no los escucho"

"¿Y qué se supone que es eso?" Preguntó Falco con curiosidad.

"Ah. Son los nuevos monitores que nos llegaron esta mañana. Debo supervisarlos como primer día de prueba" Contestó Slippy mientras cancelaba la partida de go.

"¿Y por eso me invitaste a jugar go aquí?" Bueno, eso explicaba muchas cosas. Hablando de monitores, ese pequeño chip estaba empezando a molestarle, quería con tantas ganas rascarse las plumas un poco... Luego de mucha presión, Falco había accedido a usar el aparato únicamente por un día.

"Ah..." Dijo Slippy sorprendido, sus ojos no podían creer lo que leían en el monitor.

"¿Qué sucede?"

"Es Fox"

Al oír esto, Falco lo miró preocupado. Fox se había retirado muy temprano esa mañana, dijo algo de haber encontrado una pista sólida la noche anterior.

"¿Está en problemas?"

"No estoy seguro... Niveles de presión alta, respiración irregular-"

"¡Con esos detalles podría ser cualquier cosa!"

"Niveles de estrés elevados, sistema nervioso sobre-excitado... Algo sucedió, Falco".

"¿Dónde está?"
Slippy revisó el monitor de georreferenciación.

"Lont Valley... Eso está a varios kilómetros de distancia, Falco"

Falco golpeó la mesa con ambas manos, furioso. Fox nunca mencionó que saldría de la ciudad. Mucho menos solo.

"¡¿Qué demonios hace él ahí?!"

Slippy lo observó confundido.

Sin decir más y a toda velocidad, Falco se retiró de la sala, dirigiéndose a la zona de despegue.

"¿Falco?" preguntó Slippy mientras intentaba mantener su paso junto con el de Falco.

"No podemos perder tiempo, Slippy... Debemos estar allá en cinco minutos, máximo. Fox podría no salir con vida de ésta".

Slippy, más preocupado que nunca, rogó que pudieran lograrlo a tiempo.


Cuánto tiempo estuvo inconsciente, de eso no estaba segura, quizás sólo fueron algunos segundos. Era difícil saber, todo estaba igual de oscuro. Se encontraba recostada en el suelo, con frío, y no podía mover sus piernas, ni sus brazos.

'Fox...' Sus párpados, qué pesados se sentían...

Sintió como la levantaban del suelo nuevamente, la cálida respiración de la criatura muy cerca de su cuerpo. No podía pelear y si hubiera podido, tampoco lo hubiera hecho, era un fin que ella pensaba que se merecía. Lo aceptaba. Por lo menos antes de morir tuvo la oportunidad de redimirse.

Ojalá Fox hubiera alcanzado a escapar. Pensó.

No muy lejos de ese lugar, se encontraba Fox, oculto tras unas rocas. Había seguido a Fara y a la criatura por unos minutos, adentrándose más en la cueva. Ahora que estaban detenidos podría actuar con mayor precisión.

'Lara, por favor no te muevas'. Rogaba Fox mientras apuntaba con su arma a la cabeza de la criatura que la secuestró, no podía definir bien su apariencia con la casi nula iluminación, pero podría describirla como una forma casi demasiado familiar.

Apuntando con su arma a la cabeza de la criatura, Fox calculó sus posibilidades, en cuanto la criatura cayera, él recogería a Lara y escaparían lo antes posible. El silencio de la habitación no hacía más que amplificar los débiles sonidos que emanaban de los cuerpos: Gotas de sangre cayendo al suelo, los jadeos de Lara, la profunda respiración de... eso. Debía actuar rápido, o Lara moriría. Sin pensarlo mucho más, dado la situación en que se encontraban, Fox disparó dos veces, dando en el blanco en ambas ocasiones.

La criatura en seco, junto con ella cayó Fara, directamente al piso. Ni un sonido fue emitido. Estaba inconsciente. Fox salió rápidamente de su escondite, dirigiéndose a donde se encontraba Fara, y con ambos brazos intentó sentarla.

"Lara", dijo Fox sacudiéndola despacio. Aún respiraba, pero al parecer estaba bajo los efectos de algún tipo de anestésico.

Fox decidió seguir intentándolo luego, tenían probablemente unos pocos minutos para salir por las escaleras hacia la superficie antes de que llegaran más de esas cosas. Fox sostuvo a Lara y revisó sus bolsillos, rogando que aún tuviera la linterna consigo.

¡Bingo!

En cuanto encendió la linterna, Fox se encontró con el peor escenario que se hubiera imaginado...

Un mar de sangre, debajo de Lara. Pero no era su sangre, era la de... Samantha Coll.

"¡¿Que demonios?!" Fox exclamó asustado y poniéndose de pie, uno de sus brazos cubriendo su hocico en horror.

La linterna cayó al suelo. Olvidada, Fara se desplomó al suelo cual muñeca de trapo. A diferencia de lo que Fox pensaba, ella estaba muy consciente, pero paralizada. Su visión había sido muy afectada por el veneno de la criatura. Solo veía algunos destellos de luz, provenientes de la linterna, y la silueta de Fox que se formaba por ésta.

"Dios mío...", dijo Fox en voz alta, demasiado impactado para reaccionar.

Fue la lenta respiración de Lara que lo trajo al presente. Fox recordó que no tenían mucho tiempo más para escapar y si quería saber la respuesta a sus preguntas, debían salir ambos con vida. Tomando a Fara en sus brazos y la linterna entre sus dientes, Fox se dirigió corriendo hacia el acceso de la escalera. Un pie se posó pesadamente sobre el primer escalón, levantando polvo. Fox miró hacia arriba, calculando tiempo, velocidad, todas las variables. Decidido, respiró profundamente y comenzó a correr. A toda velocidad, saltándose escalones, algunos agrietándose con sus fuertes pasos; otros inmutables, como si por sobre ellos hubiera pasado una brisa.

No pasó mucho tiempo cuando percibió distintas presencias seguirlo a toda velocidad por detrás. Faltaban cuatro minutos.


En el aire, Slippy y Falco sobrevolaban el lugar en una de las naves prestadas por el General. Desde arriba, lo único que podían ver eran kilómetros y kilómetros de desierto.

"¿Qué clase de lugar es éste, Falco? Afuera hay más de 40ºC..."

Falco estaba perplejo, Lont Valley ya no existía, en qué momento Corneria permitió que esto pasara, era algo que querría preguntarle al General. Lo cierto es que no era creíble que ellos no supieran lo que sucedía en otros planetas.

¿Qué estaba haciendo Fox aquí?

"No veo nada ¿Sabes dónde se encuentra?" Preguntó Falco.

"Los sistemas indican que Fox se encuentra bajo tierra", dijo Slippy.

"Me lo temía... Tendremos que bajar"


Muy cerca, pero en tierra, John y su equipo se encontraban coordinando su propia misión de rescate.

"Chicos, Fara está en problemas" John se encontraba en medio del grupo. Todos llevaban en sus espaldas mochilas y sogas. "No sabemos donde están. Perdimos contacto con ellos hace 5 minutos y 49 segundos, por lo que debemos actuar rápido, cada segundo es un paso más cercano a la muerte para ambos".

John recogió una vara de metal del suelo para trazar el plan en la arena.

"En este momento, nos encontramos donde una vez estuvo el río. Una de las entradas de la casa se encuentra aquí, existe una salida adicional a 50 metros. No sabemos por cual de las dos salidas están escapando si han logrado hacerlo a tiempo, por lo que nos dividiremos en dos para apoyarlos. El equipo que encuentre a Fara deberá avisar a través de sus transistores. Asimismo, espero que no sea necesario que saquen sus armas. Lucy y Matt, Este es su acceso. Cuidado con los reptiles". Ambas liebres afirmaron con la cabeza y partieron inmediatamente.

"Allison, tú vendrás conmigo". Su orden fue encontrada con silencio.

"¿Allison?", preguntó John, observándola.

La felina lo estaba mirando sorprendida.

"....¿Qué?" John estaba comenzando a sentirse intimidado.

"Wow, John. Para ser sólo un niño ¡Eres muy inteligente!"

"Sólo un poco", dijo John ruborizándose, ya le habían dicho eso antes. "Debemos apurarnos"




John y Allison llegaron rápidamente al segundo acceso y entraron por la puerta que ya se encontraba abierta.

No hicieron mas que decender unos metros cuando la tierra se estremeció bruscamente. Ambos quedaron paralizados.

"Eso no fue un reptil, John".

"Lo sé" Una gota de sudor corrió por su rostro. "Después de todo nadie sabe exactamente lo que yace debajo".

Un niño de mi edad no debería estar en lugares como estos. Pensó.


ESCAPE ART

16.11.06

Verdad / Truth

Disclaimer: Ni Fara ni Star Fox me pertenecen. Son propiedad de Benimaru Itoh y Shigeru Miyamoto, respectivamente. John, Allison y Lucy, entre otros son creacion mia, por lo tanto si alguien quiere usarlos debera por lo menos darme credito a mi.

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Re-edición 12-02-2017

Last Wish
Chapter 4 - Truth
by Millia Vargas




Las escaleras eran interminables, tan largas que el final no era visible, y tan estrechas que apenas entraban ambos. Pero no era ni lo interminable ni lo estrecho lo que hacia que los pelos de la nuca de Fox se erizaran hasta la punta, a un lado de las escaleras existía un vacío tan oscuro y profundo que ninguna luz iluminaba, y desde esa oscuridad, sentía que algo los observaba.

Así continuaron descendiendo en silencio, hasta que finalmente llegaron al final de las escaleras. No había nada más que una habitación vacía, con una serie de puertas y que se notaba abandonada hacía bastantes años.

Fox observó a la fennec de reojo, comenzando a sospechar que algo se tramaba después de todo y decidió no seguir el juego un momento más, estaba dispuesto a usar su arma de ser necesario.

"Adelante", dijo Fara mientras abría una de las puertas. "Johann Krause te espera adentro".

Fox entró con sigilo. Cuando finalmente estaba adentro, la puerta se cerró a sus espaldas. Con llave.

"¡Mierda, porqué esto no me sorprende, Lara!" Gritó Fox dirigiéndose a la puerta que se acababa de cerrar. Una gota de sudor bajó por su frente.

"¡Primero tienes que escuchar!" Lo calló Fara. "Sabemos que eres militar y que te han enviado porque nosotros cometimos un error. Samantha Coll. Lo sentimos por ella, pero temimos por nuestras vidas".

"Ella no tenía órdenes de terminar con nadie". Dijo Fox, sentándose contra la puerta, mientras pensaba en una manera de escapar de la habitación.

"¿Y tu superior te informó eso?"

Fox recordó entonces que no era la primera vez que había escuchado mentiras de un general. Jaque.

Fara suspiró. Ya debía irse, pero la culpa de lo que estaba por suceder la agobiaba. No necesitaba justificarse con nadie, pero este sujeto...

"Este era el hogar de los Krause. Aquí, en esta casa, nacieron los Buscadores. Mientras familias enteras desaparecieron y otras quedaron divididas producto de los ataques de Venom, surgió la necesidad de crear una red que brindara información por debajo, sobre aquellos que fueron desaparecidos. Producto de esta organización y de nuestros descuidos, la sangre de los Krause fue vertida en este lugar, pero fue un error que no volveremos a repetir". Fara cerró los ojos mientras decía estas palabras. Un inmenso dolor invadió su corazón al recordar.

"Antes de que desaparezcas, sólo quiero saber una cosa: No te llamas Kei Fox. Dime tu verdadero nombre", dijo Fara determinada. No podía soportar la idea de desconocer el nombre de un zorro a punto de morir.

"¿Acaso hará alguna diferencia?"

"¡Dímelo!"

"Si te sirve de algo... No soy de los malos".

"Hasta ahora, nadie ha buscado a Johann Krause con buenas intenciones".

"Me enviaron porque Samantha Coll desapareció, Johann Krause fue su ultima pista y te digo, esto no luce muy bien para ustedes, pues hicieron desaparecer a una agente de Corneria.".

 "Si tan sólo hubieras dado la vuelta ayer, nada de esto estaría pasando".

"Lo dices como si lo lamentaras".

"¡Por supuesto que sí! ¿Crees que disfruto haciendo esto?" Algo raro estaba sucediendo. Se estaba demorando demasiado en aparecer...

Una carcajada sarcástica salió de los labios de Fox.
"No es la primera vez, que haces esto, Lara"

"¡Estamos obligados a hacerlo! Ya muchos de nosotros han muerto por confiar en personas como tú".

"Fox McCloud..." dijo Fox finalmente.

"¿McCloud?" Repitió Fara sorprendida. Solamente habían unos pocos McClouds en esta parte del sistema... y a uno de ellos sí conocía de nombre. "¿Pariente del legendario James McCloud?"

Fox se sonrojó ante el título que se había ganado su viejo, pero por dentro estaba muy feliz de que fuera tan conocido, pues al fin veía una salida a este enredo.

"Legendario no sé, pero sí era un gran hombre, mi padre". Fox soltó un suspiro aliviado, cuando escuchó la puerta abriéndose nuevamente.

"No sabía que tenía un hijo", dijo Fara mientras se asomaba.

"También tenía una esposa, sabes", dijo Fox, burlón mientras salía de su encierro.

"Pfft! No es hora de bromas, tenemos que salir de aquí, antes de que-"
Un estruendoso ruido se escuchó en el salón, proveniente de uno de los pasillos de la casa.

"... Escapó", dijo Fara, atónita, mientras inspeccionaba la sala donde acababa de encerrar a Fox. Tal y como sospechaba, había un enorme túnel que antes no estaba. Eso y un montón de malolientes y viscosos...

Rápidamente se dirigió a la salida, pero fue detenida súbitamente por el firme brazo de Fox.

"El hijo de puta se está reproduciendo..." Explicó.

"¿A qué te refieres con eso?" Dijo Fox mientras le arrebataba la linterna de las manos y apuntaba a la habitación en cuestión. "Espero que parte de esa jalea no sea Samantha Coll, Lara"

"No puedo prometerte nada", replicó Fara.

"¿Qué es?"

"Cortesía de nuestro Doctor Andross. No todos murieron por culpa de la batalla. Estas bestias infestaron el lugar y luego de un tiempo aniquilaron a los pocos sobrevivientes", murmuró Fara y se ubicó detrás de Fox, cubriéndole la espalda, mientras su mano lentamente descendía hasta sus muslos.

"Estoy pidiendo refuerzos" dijo mientras sus dedos se movían rápidamente sobre un plano invisible del porte de una mano que emitía una tenue luz cada vez que un dedo se posaba sobre éste.

"¿Cuánto tiempo tardarán?"

"Diez minutos, tal vez menos".

"No es suficiente".

"Lo sé", respondió Fara angustiada. "Nuestra mejor opción por ahora es correr".

"Podría matarlos..." Dijo Fox mientras apretaba el gatillo de su blaster

 Fara sintió el sonido de su arma cargándose y lo detuvo.

"No. Sólo atraerás a más, deben haber mil-" En cuestión de segundos, una sombra pasó por detrás de Fox. Quien rápidamente se volteó. Su corazón latió en sus oídos, su respiración se agitó y sus pupilas se contrajeron en desesperación.

No había nadie ahí.

"¡LARA!"


Mierda... ¡mierda!





Mientras tanto, en una habitación oscura y desordenada de vuelta en la capital, el inspector de la escuela y la felina se encontraban buscando desesperados dentro del desorden.

"Allison, Lo he visto en alguna parte, estoy completamente seguro", dijo la liebre.

"Te creo, Matt". Allison era una felina que podía detectar una mentira desde antes que saliera de los labios de una persona y Kei mentía.

Ambos estaban en la oficina central buscando por archivos, anotaciones, fotografías, cualquier cosa que probara su teoría. Los dos habían visto a Kei anteriormente en alguna parte. Pero su nombre no era Kei.

Allison estaba segura que lo había visto ahí. ¡Ah! Ahí están, justo debajo de esa caja de pizza. Iba a sermonear a John por ser tan desordenado dentro de la sala de reuniones. Se trataba de los archivos que habían llegado la semana anterior. Como todos los meses, ese cerdo gordo y apestoso había llegado con más trabajo para ellos.

Luego de botar la caja de pizza en el contenedor de basura, Allison abrió el sobre con las fotografías y datos de aquellos sujetos que debían encontrar ese mes, a fin de liberar a Zoness de las influencias de Venom.

"Oh no, Matt..." Allison murmuró. "Son ellos". Cómo odiaba tener la razón.


Justo en ese minuto, Matt recibió un mensaje.

"Ally... Fara esta en problemas, debemos ir ya".